Ya eres feliz pero no te has dado cuenta

La felicidad es el estado de plenitud y la sensación de satisfacción total de la persona…

Esta es la definición común que nos han metido en nuestras cabezas. Si fuéramos felices únicamente cuando alcanzamos la plenitud, debo contarles, que esto será después de la vida… en el cielo.

Y si, en realidad, la felicidad plena y absoluta, no se encuentra en el mundo terrenal. Sin embargo, ya somos felices y no nos hemos dado cuenta porque estamos aferrados a esa idea de perfección y plenitud. El ser humano, está lleno de altibajos y todos los días los tenemos. Estamos en un constante enfrentamiento a emociones que según Daniel Goleman son: impulsos que nos llevan a actuar. Así que, las mismas emociones hacen parte de nuestra felicidad humana, y no podemos evadirlas o desecharlas.

La clave de la felicidad entonces, está en no esperar a ese estado de 100%. A pesar de las falencias, debilidades, inconformidades, y particularidades de cada uno, ya estamos dotados de felicidad. Lo importante es valorar todo como una oportunidad de sentir felicidad ahora. No seguir delegándola para cuando todo esté en su máximo nivel.

Algunos elementos indispensables de la felicidad son:

– Se construye día a día

– No está enmarcada en una plenitud ni perfeccionismo

– Es una construcción personal con el propósito de compartir lo mejor de lo que somos a los demás.

– Implica la aceptación de la propia historia de lo positivo y lo negativo.

La felicidad entonces es una actitud personal y no es una receta mágica, debemos cumplir con estos requisitos, siendo conscientes de nuestro propio camino. La comparación con los demás y con los estilos de vida ajenos, nos alejan de dicho camino y por ende, de nuestra felicidad.

No hay felicidad sin aceptación de la propia existencia y realidad. Es indispensable, la actitud del recorrido pensando en un día a la vez. Por lo general, estamos más enfocados en lo que falta, en lo que no existe, que en el día presente que es lo único real. Alimentar esta actitud de la vida, es clave para ser felices hoy y no mañana.

Delegar la felicidad también es una tendencia que podemos cultivar en nuestro interior y no es únicamente a alguien: “cuando tenga pareja” “cuando se alivie mi madre” “cuando me perdone mi amigo” seré feliz… también podemos esperar felicidad cuando: “tenga dinero” “cuando prospere” “cuando sea capaz de cambiar de hábito” etc… estaríamos delegando la felicidad. Y esta es ahora, ya, hoy. Hoy me aceptaré en… hoy no haré x o y hábito que me hace daño… hoy querré a mi amigo, aunque no me perdone… hoy avanzaré en x proyecto, aunque no logre terminarlo.

Solo sirve y tenemos el hoy para ser felices y no en aspectos gigantes. Podremos ser felices si ejercemos avances en pequeñas cosas. La sumatoria de lo simple, es la felicidad.

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