Ella es ella, yo soy yo. Lo que nos diferencia

“El amor crece a partir no solo del descubrimiento de las similitudes, sino, además del entendimiento y tolerancia de las diferencias”. Jesús Amaya Guerra

Una de las dificultades más comunes en pareja, es creer que el otro, debe ser como yo… que debemos tener los mismos gustos, la misma forma de pensar y los mismos proyectos. Sin embargo, el amor también se construye en lo diferente, en aquello que nos puede complementar, y en el ejercicio de entendimiento con ese otro, nos ayuda a desarrollar habilidades relacionales para la construcción de la suma de dos mundos diferentes que apuntan hacia objetivos comunes.

Para comprender las diferencias entre hombre y mujer, se hace necesario ahondar un poco en la esencia de ambos géneros y nuestras necesidades. La necesidad principal del hombre, es sentirnos reconocidos. Saber que lo que hacemos, tiene un impacto en la sociedad y primeramente en las personas que valoramos. Es decir, que nuestros esfuerzos son tomados en cuenta y así mismo, nos impulsan a seguir superándonos.

La de la mujer, es que le den el lugar y respeto por ser parte de: una familia, una relación, un grupo etc. Las mujeres, requieren de un posicionamiento por lo que son en su esencia; el hombre por lo que hace y su nivel de crecimiento integral.

Cuando estas dos necesidades se afectan en la relación, se acentúan los conflictos y la admiración, que es un elemento crucial en pareja, se ve comprometida y puede entrar la distracción en la construcción del amor.

Si los hombres y las mujeres, comprendiéramos que cada uno tiene necesidades distintas y procesos de crecimiento diferentes, buscaríamos apoyarnos más en la diferencia. No quisiéramos imponerle al otro, nuestra propia visión.

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